No tengo ganas de comer, llevo 20 minutos sentada en la mesa dando vueltas al puré. Como no termine rápido no me va a dar tiempo a arreglarme. Dentro de un cuarto de hora he quedado con Carmen. La verdad esque me apetece ir, quiero cambiar de aires, olvidarme de todo y ella siempre hace lo posible para que lo consiga.
Me levanto de la mesa y cuando voy a salir oigo a mi abuela.
-Sonia, cariño, ¿Qué te pasa? Llevas mucho tiempo en la mesa y ni siquiera has provado la comida.-Siempre le he contado todo a mi abuela. Desde que murió mamá siempre me ha tratado como a su hija, y me ha ayudado con todo.
-No tengo hambre abuela. Tengo el estómago cerrado.-Me siento en la silla y le cuento todo lo que ha pasado con Sergio. También le cuento lo de Javi y lo de Marta. Necesito desahogarme y siceramente, con ella puedo hacerlo en total confianza.
Cuando termino de contarle todo mi abuela se acerca a mí y me da un abrazo. Me consuela mucho, cuando estoy con ella, me siento segura, protegida.
-No pasa nada, tengo la intuición de que pronto volverás a ver a Marta, y lo de Sergio...nadie se merece que mi niña lo pase mal, y menos un chico como él. Si no supo apreciarte, él se lo pierde.-y me dedica una de sus sonrisas. Tiene una sonrisa preciosa, y a pesar de su edad no es fea, se nota que de joven fue una mujer muy bella.
-Gracias abuela.- Le doy otro abrazo y subo a mi habitación.
No se qué ponerme. Abro el armario y examino mi ropa. Elijo una falda cortita de flores que mi padre me compró. Busco una camiseta lisa de tirantes del mismo color que la falda y tardo un rato en encontarla. Me visto y me pongo los tacones. Salgo de casa y a medio camino me encuentro a Carmen. Corre a saludarme y nos damos un fuerte abrazo y un beso. Cojemos el autobús y nos bajamos en el centro de Madrid. Hacía mucho que no venía por aquí pero no ha cambiado nada. El mismo tráfico, la misma muchedumbre de gente, sinceramente me gusta mi cuidad, me gusta Madrid, y no la cambiaría por ninguna otra.
Después de dos horas andando mis tobillos no pueden más, necesito descansar. Nos sentamos en un banco mientras ella me cuenta todo lo que ha hecho durante el verano. Madre mía se lo ha pasado en grande. Fiestas, botellones, amigos, viajes... me da un poco de envidia pero me alegro mucho por ella.
Cuando nos levantamos se me ocurre una idea.
-¿Por qué no vamos a la cafetería a la que íbamos siempre? Hace mucho tiempo que dejamos de ir y está muy bien.
-Genial, tengo un poco de hambre asique me parece una excelente idea.
Cuando estamos a punto de entrar en la cafetería una pareja sale sin mirar y me da con la puerta.
-¡Mira por donde vas!-digo sin fijarme a quien grito.
-¿Sonia?-esa voz...
No me lo puedo creer, que mala suerte tengo. Con el millón de cafeterías que hay en el centro y allí tenía que estar él.
-Sergio...-digo sin mirarle.
En ese momento levanto la vista y veo que alguien está con él. No me lo puedo creer, ¿está saliendo con Amanda?, pero si hace un par de días no podían ni verse. A mí tampoco me cae muy bien...es bastante estúpida y desde que se juntó con aquel grupo es todavía menos soportable. Si que ha tardado poco en sustituirme...
-Me alegro de verte. ¿Podemos hablar un momento?
No tengo muchas ganas de hablar con él. Miro a Carmen esperando que me saque de este apuro, pero está ocupada viendo el Menú de la cafetería.
-Claro.. dime.
-Me gustaría hablar en privado, los dos solos.- Ese comentario a molestado a Amanda, pero Sergio ni se ha dado cuenta.
Nos alejamos un poco y es él quien inicia la conversación.
-Sonia, no me gustaría que acabasemos así. Ahora yo estoy con Amanda, pero podemos ser amigos.-¿Qué insinua, qué quiero volver con él?
-Bueno, lo de Amanda no lo comprendo...pero es tu vida, y yo no voy a meterme en eso. De todos modos, aunque no estuvieras con ella, tampoco querría algo más que una amistad contigo. De hecho no sé si quiero una amistad.
-Porfavor, sé que no debí hacerlo, fui un idiota, pero Sonia, tú me importas, déjame intentarlo como amigo, ¿vale?
-Bueno vale...te daré una oportunidad.
Nos damos un abrazo, sincero por su parte, falso por la mía. En ese momento llega Amanda con cara de enfado.
-Sergio, cariño, ¿no vamos?-dice mirándome amenazante.
-Claro. Bueno Sonia, me alegro de haberte visto y que lo hayamos arreglado, hablamos esta noche. - y se despide con dos besos. A amanda todo esto la está sentando muy mal, pero me da igual.
-¿Qué ha pasao?- pregunta Carmen, que no se ha enterado muy bien.
-Lo he arreglado con Sergio, quiere ser mi amigo.
Se queda pensativa pero luego esboza una sonrisa y un me alegro por vosotros sale de su boca.
Entramos a la cafetería, yo también tengo hambre asique pedimos bastante comida para las dos. Cuando terminamos la acompaño a casa de sus abuelos, y yo cojo el tren para volver a casa.
vaya bien que escribes!!
ResponderEliminarme gusta mucho tu blog tesigo :D
ResponderEliminarpasate por el miiio :)
http://miultimodeseodefelicidad.blogspot.com/
Muchas gracias a las dos :)
ResponderEliminarMe alegra que os guste mi historia :)
Un besoo!
¿Cómo puede intentar ser su amiga después de lo que le ha hecho? Tal vez yo soy demaisdo rencorosa xD
ResponderEliminarYa...yo tampoco lo haría siendo yo ;P
ResponderEliminarPero después de todo ella le quiere, y además ella no está totalmente segura de intentarlo es mas,,no queire pero quería que la dejase en paz jajaja
Me encantaaa. tienes un premio en mi blog, pasate :)
ResponderEliminar:OO muchisimas graciassss. ahora mismo me paso!
ResponderEliminarEs preciooossoo! :DDD
ResponderEliminarTe sigo :)No dejes de escribir que me encanta!
te dejo mi blog por si te apetece pasarte por alli & si te gusta seguirme
:P
Graciias Un besazooo! :D No dejes de escribir
http://lavidacontigoesmuchomejor.blogspot.com/
Muchisimas graciasss guapisima.
ResponderEliminarNo dejaré de hacerlo :) Me encanta escribir, y me alegra mucho que le guste a la gente lo que escribo. me encanta tu blog te sigo :)
Un besazo a tii preciosa ^^